lunes, 7 de julio de 2014

GUÍA BÁSICA PARA REDUCIR LA INGESTA DE SODIO (SAL) Y ALTERNATIVAS - por JUAN REVENGA - del blog EL NUTRICIONISTA DE LA GENERAL - en el diario 20minutos.es


GUÍA BÁSICA PARA REDUCIR
LA INGESTA DE SODIO (SAL)
Y ALTERNATIVAS

por JUAN REVENGA
del blog
EL NUTRICIONISTA DE LA GENERAL
en el diario 20minutos.es


Tal y como te comentaba en esta entrada (La mayor parte de la sal que tomas la ha puesto ahí alguien distinto de ti (Enlace)), la mayor parte del sodio que ingiere el ciudadano medio con los alimentos no la ha puesto él sino que está ya presente en las elecciones alimentarias que hace. Es más, apenas el 20% de la sal ingerida es incorporada libremente por el usuario. Este es un tema tan flagrante y conocido que la reducción de sodio en los alimentos procesados es uno de los objetivos prioritarios de la industria alimentaria (Enlace).

El exceso de sodio en la dieta se ha relacionado con el aumento del riesgo de hipertensión arterial y favorecer la retención de líquidos. Por eso, más allá de lo que los distintos productores de alimentos establezcan dejo aquí una guía elemental para reducir la presencia de sodio en nuestra alimentación cotidiana y ofrecer al mismo tiempo unas alternativas válidas.

En líneas generales

- Reducir la presencia de sal presente en nuestro entorno tanto en saleros de cocina como en los de mesa.

- Ni la “sal marina” ni otras sales “exóticas” (tipo “del Himalaya”, o la que sea) son en ningún caso mejor opción para el tema que nos ocupa que cualquier otro tipo de sal al uso. Te lo conté en esta entrada (¿Es la sal marina mejor que “la otra” sal? (pregunta trampa) (Enlace).

- Como primera elección en la compra de alimentos, optar por los menos procesados. La mayor parte de ingredientes frescos son “naturalmente” bajos en sodio.
Al hacer la compra de alimentos procesados prestar atención al etiquetado. Un producto con un “contenido reducido de sodio” es aquel que aporta menos de 0,04g de sodio, o el valor equivalente de sal (0,1g de sal), por 100g o por 100 ml. En cuanto a los alimentos etiquetados “sin sodio” o “sin sal” aludirá a aquellos con una cantidad máxima de sodio de 0,005g, o su equivalente en sal, es decir, no más de 0,0125g.

- Hay no pocos aditivos alimentarios que contienen sodio, el principal entre otros el glutamato monosódico. Lee las etiquetas y contrasta su presencia.

- Existen sustitutos de la sal de mesa consistentes en la inclusión de cloruro potásico en diferentes porcentajes. Su uso debería ser comunicado al médico ya que existen condiciones concretas que hacen inadecuado su uso como sustituto (dedicaré próximamente un post a este tema).

- Algunos medicamentos constituyen una fuente importante de sodio, en especial muchos que son efervescentes.

(...)

Alternativas

Los aceites vegetales “naturales”, vinagre, la mantequilla y la margarina sin sal.

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Puedes leer la noticia completa
pinchando en el siguiente enlace.


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Lo que dice JUAN REVENGA sobre si mismo: "Soy biólogo y además dietista-nutricionista, una profesión sanitaria. Me gusta saber que nuestros hábitos de vida, más en concreto aquellos relacionados con la alimentación, desempeñan un papel importante en nuestra salud, pero sin tonterías y más allá del interés puntual que algunos sectores de la industria alimentaria, los medios, los presuntos profesionales y los laboratorios nos hagan creer. Al menos en nuestro medio se hace imprescindible llegar a un punto de encuentro entre el placer de comer (la gastronomía) y la salud."

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, 
que bebe sin tener sed, 
y que habla sin tener nada que decir". 
(Mark Twain)

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