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miércoles, 30 de abril de 2014

TU PERRO ES TAN LISTO COMO UN NIÑO DE 2 AÑOS - por Patricia Vega - Revista Quo México


TU PERRO ES TAN LISTO COMO UN NIÑO DE 2 AÑOS
por Patricia Vega
Revista Quo México
Te revelamos qué tanto y de qué tipo es
la inteligencia de tu perro


Es altamente probable que conozcas a una o a muchas personas que afirman, de manera categórica, que su perro es superinteligente y que solo le falta hablar para que lo compruebes de manera fehaciente. Quizá esas personas también argumentarán que su mascota tienen emociones y pensamientos. ¿Es posible, de acuerdo con los estudios científicos, que estas ideas encierren una gran verdad?

En la última década se han hecho pruebas y experimentos de laboratorio en un campo científico novísimo: la etología cognitiva de los perros. Los especialistas en esta área han hallado que no se trata de un mito, y que la inteligencia de los perros equivale a la de un infante de dos años.

El libro The Genius of Dogs. How Dogs Are Smarter Than You Think (El genio de los perros. Cómo los perros son más inteligentes de lo que piensas), de Brian Hare y Vanessa Woods, permite tener una idea del interés que ha puesto la ciencia para tratar de comprender de qué manera los perros logran “entender” a los seres humanos, cómo consiguen establecer lazos de comunicación con otra especie.

Después de revisar más de 600 artículos de investigación relacionados con el tema, Hare, director del Centro de Cognición Canina de la Universidad Duke, en Durham, Estados Unidos, sostiene que, además de los seres humanos, los perros son los mamíferos más exitosos en el mundo. Mientras la población de otras especies ha decrecido como resultado de la actividad del ser humano, nunca en la historia ha habido más perros en el planeta que hoy en día.

En su calidad de antropólogo evolucionista, Brian Hare también argumenta que “los perros tienen más trabajos que nunca”: dan asistencia a las personas con discapacidad física o intelectual; auxilian en terapias para ancianos o enfermos; encuentran bombas; realizan funciones de vigilancia; en las aduanas, detectan productos ilegales; incluso, han logrado identificar melanomas o cánceres intestinales.

Si el perro ha sido tan exitoso en todas estas tareas se debe, seguramente, a su genio, a su habilidad espontánea para realizar inferencias, a su capacidad empática y adaptativa para interpretar las reacciones, los gestos, las miradas y las señales de los humanos, con cuya convivencia los dotó —mediante un proceso de domesticación que lleva por lo menos 15,000 años— de una clase de inteligencia que se puede considerar como “especial” en el reino animal.



De hecho, Hare acaba de abrir el servicio en línea Dognition, que, por una módica cuota, ayuda a los usuarios a entender el estilo cognitivo de su perro, por medio de una serie de preguntas y juegos, diseñados sin carácter competitivo pero sí con el propósito de revelar las habilidades de los perros.


Coeficiente intelectual perruno

¿De qué manera un científico comprueba que un perro es capaz de pensar, de adquirir información acerca del mundo que lo rodea y de actuar en consecuencia?

Por supuesto que no se mide el coeficiente intelectual (IQ) de los perros ni se les aplican pruebas de vocabulario avanzado, pero sí se les evalúa mediante el reconocimiento de “comandos”, o instrucciones que se dan a los perros adiestrados.

Por ejemplo, a los canes se les solicita recordar en dónde quedó escondido un premio en forma de alimento. La voluntad de aprender un nuevo truco reemplaza a las sumas complejas. Y la resolución de problemas queda ilustrada por la manera en que un perro se las ingenia para que algún alimento o juguete acabe en su hocico.

Aunque la investigación sobre las habilidades cognitivas de los perros se inició desde los años sesenta, fue hasta hace una década cuando su investigación sistemática condujo a una revolución en el estudio de la inteligencia canina, surgida en el contexto de la psicología comparada. En estos últimos 10 años se ha aprendido más sobre los perros que durante todo el siglo pasado.

La combinación de la atención que nos conceden los perros, 
aunada a sus poderes sensoriales es algo explosivo”, 
señala Alexandra Horowitz, profesora de psicología en 
el Colegio Barnard de la Universidad de Columbia, en Nueva York, 
quien escribió el libro Inside of a Dog. What Dogs See, Smell, and Know 
(El interior de un perro. Lo que los perros ven, olfatean y saben)

El primer reto que lanza la autora es considerar a los perros como una especie de “antropólogos caninos”, debido a que nos observan y nos huelen como ningún otro animal lo hace; tienen la capacidad de sintonizarse con nosotros para darse cuenta de lo que es normal o diferente; reaccionan ante estímulos antes de que nosotros podamos hacerlo. Tanto que las personas ciegas, sordas o con alguna otra discapacidad obtienen de los perros la ayuda necesaria para desenvolverse en un mundo en el que no podrían circular sin el apoyo de sus lazarillos.

Para Horowitz no hay duda de que los perros aprenden debido a que es la manera natural en la que funciona cualquier sistema nervioso: ajusta sus acciones con el paso del tiempo en respuesta a la experiencia. Los perros han aprendido que somos una herramienta útil para ellos: les proporcionamos protección, alimento y compañía; sin embargo, también tienen la habilidad de aprender al observar lo que otros perros hacen: si un perro empieza a cavar un hoyo en la tierra, muy pronto se le unirán otros para agrandar el agujero; esto se ha descrito como “estímulo mejorado”. Y aunque no se les reconoce la posibilidad de imitación, sí se acepta que desarrollan un entendimiento imitativo que proviene de la demostración de cómo otros obtienen algo.

Recuerdos caninos

Al indagar en la perspectiva de un perro, Horowitz vislumbra que aun sin la evidencia de que los canes experimentan el paso del tiempo, sí tienen una noción del transcurso del día gracias a un reloj biológico regido por un ciclo circadiano que alterna los periodos de sueño con los de vigilia. Dicha función se regula en los seres humanos por el núcleo supraquiasmático, localizado en el hipotálamo. Y sí, adivinaste: el cerebro de los perros también tiene un hipotálamo. El marcapasos de los perros los vuelve más activos cuando amanece, reducen su actividad en la tarde y tienen un ligero incremento de energía en la noche. Sin embargo, el reloj más preciso es su estómago.

La prueba de que los perros recuerdan radica, de acuerdo con la especialista, en el hecho de que nos reconocen cuando regresamos a casa, no olvidan el lugar en el que está su juguete favorito y saben cuando les darán de comer o los sacarán a pasear.

Otra prueba de su memoria: cuando descubren que los llevarán al consultorio veterinario, cambian su actitud corporal y llegan a mostrar ansiedad. También recuerdan sus casas, los lugares por los que caminan, a otros perros, las agresiones y castigos infligidos, a los amigos de sus dueños y mucho más.

¿Perros malos?

El doctor Moisés Heiblum es el responsable del área de Etología Clínica del Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio (DEFSAL), adscrito a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM. Se especializa en investigar las causas de la conducta anormal de los animales y su posible corrección.

Heiblum señala que se empezó a estudiar la inteligencia de otros animales porque el perro estaba a nuestro lado, y dábamos por hecho su existencia doméstica e incluso su inteligencia.

Sin embargo, apunta el etólogo, se han descubierto en los perros habilidades cognitivas para resolver problemas que se creían exclusivas de los primates, debido a la ventaja anatómica que representa tener manos con dedos y pulgares.


El veterinario menciona algunos experimentos que muestran las habilidades cognitivas de los perros. Por ejemplo, si un can tiene enfrente dos pedazos de carne, uno grande y otro pequeño, inicialmente consumirá el que tenga más cerca; pero si los dos pedazos están al mismo nivel y a la misma distancia, elegirá el grande. Esta acción, explica Heiblum, determina la existencia de cierta lógica. Gracias a sus capacidades olfativas, ahora es común que les enseñen a rastrear explosivos, drogas, alimento, sobrevivientes en un sismo y más. Si a un perro se le entrena para rastrear del punto A al B y del B al C (en forma de triángulo), y se coloca en el C el objetivo que debe hallar, al principio recorrerá los tres puntos, pero después de un par de veces irá directamente del punto A al C, brincándose el B. Este experimento demuestra su capacidad para seguir atajos, es decir, también poseen una condición de inteligencia que les permite adaptarse a condiciones más fáciles, cómodas y eficaces de acción.

Heiblum explica que “los perros se comunican perfectamente mediante gestos y posturas corporales; la posición de la cola y las orejas; la dilatación pupilar y los movimientos de cabeza… tanto que otros perros y animales entienden a cabalidad su mensaje. Es a nosotros, los seres humanos, a quienes nos faltan elementos para interpretar adecuadamente el lenguaje canino”.

Trastornos de aprendizaje

Alejandro Cabrera también es veterinario especializado en etología; sin embargo, su enfoque es hacia la zootecnia, en su caso a la búsqueda del “perro ideal” mediante la cruza de los ejemplares más aptos para tener animales sanos, emocionalmente estables, equilibrados en sus anatomías y que cumplan instintivamente con la función que van a desempeñar. Su fuerte son los pastores alemanes y el adiestramiento de canes de otras razas adecuadas para acciones de vigilancia y protección.

Hace más de 30 años, Cabrera fundó UCAPSA, “la universidad para su perro”, escuela de adiestramiento que ofrece kínder can para cachorros, entrenamientos de obediencia y adiestramientos específicos para seguridad y protección.


Una de las etapas cruciales en la vida del perro, y a la que se le da poca importancia, es la que va desde el nacimiento hasta la decimosegunda o decimocuarta semana de vida del cachorro, periodo en que el animal empieza a abrir sus canales sensoriales: ver, escuchar, oler e identificar estímulos y crear asociaciones. Cuanto mayor sea la cantidad de estímulos a los que se haya expuesto durante este periodo, el perro creará una mayor cantidad de conexiones neuronales y, por tanto, incrementará su capacidad de aprendizaje.

Aquellos perros que no son expuestos a diversos estímulos, no liberan todo su potencial, por lo que sufren de “síndrome de privación sensorial temprana”, tienen una menor cantidad de conexiones neuronales y desarrollan un trastorno de “ansiedad generalizada” en el que los estímulos que no conocieron durante esta etapa tan sensible los perciben, después, como una amenaza: el perro tiene una distorsión en la percepción de lo que verdaderamente es peligroso y lo que no, y, en consecuencia, es normal que le tenga miedo a lo desconocido.

Estos perros —explica Cabrera— son muy poco adaptables a la convivencia con el humano y se pueden volver agresivos, miedosos, depresivos… hay toda una serie de trastornos relacionados con este síndrome”.

Problemas de personalidad

Uno de los aspectos que provoca el mayor rechazo por parte de los especialistas en conducta canina, entre ellos Alejandro Cabrera, es la idea de humanizar a los perros, ya que, argumentan, es una actitud aprovechada por la industria de las mascotas que cada año mueve millones de dólares y que, además, vuelve infelices a los perros al tratar de convertirlos en lo que no son.

Lo más sano es, señala Cabrera, tratar a tu perro como perro e incrementar sus habilidades cognitivas; adiestrarlo para que te obedezca y evite las conductas indeseadas, así como entrenarlo para que aprenda la función que se espera de él: compañero, protector, lazarillo, terapeuta, etcétera.

Se considera que 20% de la conducta de estos animales está marcada por la genética y 80% por el ambiente, eso muestra lo importante que es capacitarse para tener un perro.


La fundadora y directora de la Academia para Entrenadores de Perros, Jean Donaldson, reconoce que los canes tienen capacidades olfativas sorprendentes, que pueden interactuar en ambientes sociales complejos y tener una vida emocional muy rica; no obstante, insiste en que carecen de un pensamiento abstracto y de una moralidad que los haga sentirse culpables con respecto a sus acciones. La entrenadora señala que estos animales tampoco tienen una conciencia retrospectiva o prospectiva del paso del tiempo y que, a pesar de que pueden aprender a discernir la relevancia positiva o negativa de ciertas palabras, no comprenden el significado específico del lenguaje verbal.

Algunos hallazgos científicos más recientes retan la suposición tradicional de que los perros (y otros animales no humanos) simplemente reaccionan a ciertos estímulos, sin tener la capacidad para el desarrollo de un pensamiento abstracto, aunque sea muy elemental. Pero como suele suceder con los nuevos paradigmas: todavía hay cierta oposición hacia estos avances y son motivo de acaloradas discusiones entre científicos y entrenadores de perros.

Todos tenemos algo que aportar a este debate a partir de las experiencias con nuestras mascotas. Observa con atención a tu perro y toma nota de sus reacciones cuando juegues e interactúes con él.

El reto para los científicos, los entrenadores y para ti es descifrar su forma de comunicarse, para tratarlo con el respeto y la dignidad que merece su inteligencia perruna.


lunes, 27 de enero de 2014

¿Por qué amamos acumular cosas? - revista Quo México


¿Por qué amamos acumular cosas?
Controlar ese mal hábito ayudaría a liberarnos del desorden
revista Quo México


¿Cómo haces algo instantáneamente el doble de caro? pensando en que lo regalarás…aunque te suene algo sin sentido, resulta que tu cerebro te dice cuánto debes valorar algo sólo porque es tuyo, es algo que te pertenece…que si te sobrepasa provoca que ames acumular cosas.

Si crees que eres inmune y no te sientes como un acumulador, piénsalo dos veces…¿recuerdas esa pluma, o quizá el lugar de estacionamiento o la silla que prefieres usar? En realidad es igual a cualquier otro en su tipo…sólo que este es “especial” porque es tuyo.

Este fenómeno de la psicología de la propiedad se denomina el efecto de dotación que va en aumento conforme nos hacemos de cosas.

Para demostrarlo, el psicólogo Daniel Kahneman hizo un sencillo experimento en el que repartió al azar tazas conmemorativas de la Universidad y 6 dólares, el costo de la taza, entre estudiantes de esa casa de estudios.

Según una teoría económica los estudiantes debían comenzar a comerciar entre sí, quienes tenían dinero en efectivo debían comprar una taza si les interesaba y algunas que tenían las tazas podrían interesarse en el dinero; sin embargo eso no ocurrió, sencillamente porque quienes tenían las tazas les dieron un valor especial por lo que no aceptarían menos de 5, y los que tenían dinero no pagarían más de 2.50 dólares por cada una.



El efecto de la dotación surtió efecto quienes le dieron mayor valor al objeto sólo porque era de ellos. Este fenómeno psicológico se relaciona con la tendencia humana a favorecer el estado de las cosas o statu quo en lugar de buscar transformarlas, como es preferir a los familiares o conocidos que a los extraños, explicó el psicólogo Tom Stafford en la BBC.

Vence al enemigo, conociéndolo

Stafford asegura que conociendo el efecto de la dotación es posible vencerlo, dejar de acumular e incluso construir una vida libre de desorden.

A todos nos pasa, o al menos a la mayoría, que cuando intentamos escombrar y deshacernos de cosas, comenzamos a analizar si debemos conservar o tirar tal o cual objeto y a la par surgen las razones para quedarlas, como la primera carta del amor de la secundaria….porque bueno fue del primer amor; o la servilleta del restaurante en el que cené en aquellas vacaciones inolvidables…

El académico de la Universidad de Sheffield nos da la fórmula para “desenamorarnos del espíritu acumulador” con dos pensamientos: Si no tuviera esto ¿cuánto me esforzaría por obtenerlo? Y si no lo tuviera ¿realmente lo querría?

Ponlo en práctica y desapégate de esas cosas que acumulas y libera tu vida del desorden y recuerda…esto también aplica para las bandejas saturadas de correo.


miércoles, 8 de enero de 2014

Cuidado con las "dietas milagro" - Revista Quo México


Cuidado con las "dietas milagro"
Perder kilos de más es propósito de año nuevo
de muchas personas
Revista Quo México


Lejos de beneficiar, las dietas llamadas “milagro” perjudican la salud de personas desesperadas por deshacerse del sobrepeso. Incluso, si alguno de estos regímenes alimenticios se mantiene durante un lapso prolongado, los problemas pueden ser mayores, pues no es raro que se presente envejecimiento prematuro, anemia, desajustes hormonales, mal funcionamiento de los riñones, trastornos de la alimentación y alteraciones estomacales.

Los riesgos no son pocos, sobre todo si se siguen regímenes alimenticios que limitan el consumo de algunos alimentos que descompensarán una buena nutrición, y es aún más marcado en quien padece diabetes.

Ahora bien, es sabido que generalmente los niveles de glucosa en sangre aumentan tras comer, y eso a su vez desencadena la producción de insulina, que ayuda a las células a tomar la glucosa y convertirla en energía. Sin embargo, cuando no hay alimento, los niveles de insulina y de glucosa aumentan mucho más. Así que dejar de comer es una decisión aún peor en quienes viven con diabetes.

Pese a ello, hay mujeres y hombres que considera que vale la pena poner en riesgo la salud con tal de perder unos kilos de más, y están en disposición de hacer cualquier cosa con tal de lograr una figura escultural.

Al respecto, el endocrinólogo Armando Dávalos Ibáñez acota que la única manera de bajar de peso con resultados duraderos es aprendiendo a comer en forma sana, lo cual se puede lograr con la asesoría de un especialista médico.

Dietas espejismo

El experto en tratamientos de control de peso señala que hay famosas dietas que son muy restrictivas y desequilibradas, pues se trata de ciertos regímenes que se enfocan al consumo de un alimento único por algunos días (arroz, toronja o papaya, entre muchos otros) o no permiten combinaciones de nutrientes (por ejemplo, grasas, carbohidratos y proteínas).

Consecuencias de lo anterior son desajustes digestivos, desnutrición y deshidratación, con manifestaciones como cansancio, dolor de cabeza, insomnio, cabello quebradizo, uñas débiles, piel apagada y nerviosismo, entre otras.

Al someterse a regímenes tan restrictivos no sólo se pierde grasa, sino masa muscular y agua, lo que reduce la capacidad del organismo para quemar calorías. De hecho, está comprobado que los músculos bien desarrollados queman más calorías y, tras seguir dieta rigurosa, reducen su tamaño y con ello se dificulta el consumo de energía.

Si dichas dietas realmente funcionaran veríamos menos gente obesa caminando por la calle. Ninguno de los regímenes alimenticios ‘milagrosos’ que se difunden por los diferentes medios informativos es efectivo, ya que sólo generan pérdida de peso que en poco tiempo se recupera”, advierte el endocrinólogo.

Al volver a la alimentación normal, los kilos se recuperan y pueden ganarse más. La explicación del llamado “efecto rebote” es que al estar a dieta lo primero que se pierde son líquidos; entonces, al terminar el régimen los tejidos tenderán a rehidratarse; además, el metabolismo (velocidad con la que el organismo transforma los alimentos en energía) llega a reducirse tanto que cualquier comida engorda y no hay forma de adelgazar.


Lo que sucede en muchos casos es que la persona incurre en el efecto “yo-yo”, es decir, como esa dieta milagrosa no funcionó buscan otra, la inician y al poco tiempo la abandonan, y así sucesivamente.

Es claro que la clave para lograr el objetivo de bajar de peso no está en dejar de comer, sino en saberlo hacer para no padecer trastornos de nutrición, hambre ni mal humor. La intención está en educarse a sí mismo para aprender a seguir una alimentación balanceada, que se adecue al estilo de vida y gustos gastronómicos propios.

El régimen alimenticio ‘perfecto’ es extremadamente sencillo —refiere el doctor Dávalos Ibáñez—; sólo debe incluir 50% de carbohidratos (harina, arroz y legumbres), 30% de grasas (aceites, soya, aceitunas y germen de maíz) y 20% de proteínas (lácteos, carnes y huevo), los cuales deben ingerirse en cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena”

Para tener mejores efectos, hay que practicar algún ejercicio físico, ya que es la mejor forma de perder grasa. Nutriólogos y endocrinólogos piden hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio tres veces a la semana, sin que ello signifique ir al gimnasio o a la alberca, sino simplemente caminar o bailar. Cabe destacar que los mejores resultados se verán si se distribuyen los tiempos como se ha indicado, y no haciendo 90 minutos de ejercicio una vez a la semana.


Asimismo, los especialistas recomiendan que para quemar mayor cantidad de calorías lo mejor es ejercitarse en las mañanas, ya que así el cuerpo mantendrá el proceso a lo largo del día, cosa que no sucede en las noches.

Por otra parte, si se combinan ejercicios de resistencia muscular (por ejemplo, al hacer pesas de bajo peso) con actividades aeróbicas (las que requieren gran circulación de aire en los pulmones, como trotar o nadar) habrá mayor firmeza muscular y baja de peso.

La mayoría de las personas que pierden peso y lo mantienen no han seguido una dieta específica, sino que han aprendido a comer. Son conscientes de que su peso se mantiene en el punto que ellos quieren porque toman los alimentos que se adaptan a su estilo de vida y al gasto de energía que realizan.


jueves, 24 de octubre de 2013

La temperatura del cuerpo humano puede subir utilizando ciertas técnicas de meditación - Quo México


La temperatura del cuerpo humano
puede subir utilizando
ciertas técnicas de meditación

El frío sólo está en tu cerebro


Un grupo de investigadores, encabezados por la Profesora Maria Kozhevnikov del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional de Singapore, demostró por primera vez que es posible controlar la temperatura corporal con el cerebro.

El equipo de científicos descubrió que la temperatura puede subir utilizando ciertas técnicas de meditación que ayudan a acelerar la inmunidad y combatir enfermedades infecciosas.

El estudio fue recientemente publicado en la revista PLOS ONE y se basó en medir la temperatura corporal de monjes tibetanos que practican la meditación g-tummo y, sorprendentemente, lograban incrementarla. Estudios anteriores sobre esta técnica de meditación indican que sólo aumenta la temperatura de los dedos de manos y pies.

La práctica de g-tummo controla la “energía interna” y es considerada por los monjes como una de las prácticas más sagradas y espirituales dentro de su religión. Los monasterios en donde aún se practica el g-tummo son cada vez más escasos y la mayoría de ellos se encuentran en las áreas más remotas al este del Tibet.

Los investigadores recolectaron información durante una ceremonia en el Tibet en la que los monjes lograron incrementar su temperatura a tal grado que secaron sábanas húmedas colocadas alrededor de sus cuerpos. Se encontraban en el Himalaya a -25 grados Celsius mientras meditaban.

Por medio de un electroencefalograma, midieron la temperatura del cuerpo y la actividad cerebral, y lograron observar incrementos en la temperatura corporal hasta de 38.3 grados Celsius. Un segundo estudio fue realizado con participantes occidentales quienes utilizaron una técnica de respiración basada en el g-tummo y fueron capaces de incrementar su temperatura con ciertas limitaciones.

Los resultados del estudio mostraron ciertos que las técnicas de meditación pueden ser empleadas por personas convencionales para regular su temperatura a través de la respiración y el imaginario mental. Las técnicas permitirían a los practicantes adaptarse y funcionar en ambientes fríos; mejorar su resistencia a las infecciones, mejorar su desarrollo cognitivo a través de la aceleración de su capacidad de respuesta y reducir problemas asociados con las bajas temperaturas del cuerpo.

Los aspectos de la meditación g-tummo que conducen al aumento de temperatura se basan en la respiración y en la concentración visual. La "respiración florero" es una técnica de respiración específica que causa termogénesis, un proceso de producción de calor. La otra técnica, la visualización de concentración, consiste en ofrecer una imagen mental de fuego a lo largo de la médula espinal con el fin de evitar pérdidas de calor. Ambas técnicas funcionan, y juntas conducen a temperaturas elevadas, casi hasta llegar a una fiebre.

Al respecto, la profesora Kozhevnikov explicó: "La práctica de la respiración florero, por sí sola, es una técnica segura para regular la temperatura corporal central en un rango normal. Los participantes a quienes enseñé esta técnica fueron capaces de elevar la temperatura de su cuerpo, dentro de ciertos límites, y reportaron sentirse con más energía y más concentrados. Con más investigación, los ciudadanos tibetanos podrán utilizar la respiración florero para mejorar su salud y regular el rendimiento cognitivo ".

Kozhevnikov y su equipo continuarán explorando los efectos del imaginario en los aspectos neurocognitivos y sociológicos. Actualmente, la investigadora está entrenando a un grupo de personas para que logren regular su temperatura corporal a través de la respiración, la cual tiene aplicaciones potenciales en el campo de la medicina y de la salud.