martes, 8 de abril de 2014

"LA IZQUIERDA HA DEJADO HUÉRFANOS A SUS VOTANTES" - Entrevista a José María Ortiz de Orruño - por Eduardo Azumendi - ElDiario.es


"La izquierda ha dejado huérfanos a sus votantes"
Entrevista a José María Ortiz de Orruño

por Eduardo Azumendi
Experto en historia social y política vasca,
llama la atención sobre "el gran despiste"
que sufre la izquierda ante el malestar
que reina en la sociedad


José María Ortiz de Orruño, profesor titular del departamento de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco, considera que "estamos viviendo un cambio de época" ante el que los partidos no han sabido posicionarse. El actual director del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda es experto en historia social y política vasca y entre sus publicaciones más recientes como autor o editor destacan 'Los movimientos sociales en la España contemporánea'. Según Orruño, "la izquierda abandona sus señas de identidad y deja huérfanos a sus votantes".

---

Pregunta. Seis millones de parados, corrupción política y fraude fiscal generalizados, destrucción del Estado de Bienestar Social…¿España es un país a punto de la revuelta social?

Respuesta. Cuando los historiadores nos metemos a predecir el futuro nos equivocamos casi siempre. No sé si estamos a punto de la revuelta, pero lo que sí comparto es que las condiciones actuales son dramáticas. Y sorprende que la agitación social es relativamente baja para el gran descontento que existe. Me sorprende.

---

P. ¿Cuánto más puede sostenerse esta tendencia en el tiempo?

R. Es difícil saberlo. Lo que ocurre es que las sociedades tienen a veces resortes invisibles e imprevisibles. Los padres durante mucho tiempo han estado aguantando el paro de sus hijos y ahora son los abuelos, con sus pensiones, los que mantienen a las familias. Pero si dura la incertidumbre y persisten las dificultades la situación será insostenible.

---

P. ¿Es una época de cambios o un cambio de época?

R. Estamos viviendo un cambio de época. El traje que España se cortó en la etapa de la transición ya no sirve. Ha pasado mucho tiempo y no se han corregido muchos desajustes, los partidos no son representativos, el sistema financiero es poco eficiente, la corrupción es galopante. A nivel europeo ocurre un poco lo mismo y existe un gran despiste de la izquierda. Llama la atención. Las nuevas tecnologías cambian de manera radical la forma de entender y, sobre todo, la forma de relacionarse con el mundo. Una generación de jóvenes españoles corre el riesgo de perderse por el desempleo juvenil….Todo esto provoca un cambio de época. Lo que salga de aquí será muy distinto a lo que hemos conocido hasta ahora.

---

P. Hay una desafección política y sindical muy importante, pero no termina de cuajar en algún tipo de movimiento social alternativo.



R. Una de las características de lo que en su época se llamó los nuevos movimientos sociales, relacionados con el ecologismo y el feminismo, es que tienen unas características muy concretas. Una de ellas es su corta duración en el tiempo; otra su escaso bagaje ideológico frente a lo que es un partido político. La plataforma contra los desahucios agrupa a gente muy diversa para un fin muy concreto y cuando lo consiguen se disuelve. Uno de los grandes problemas es cómo transformar el descontento latente en una organización y un movimiento efectivo a largo plazo, con un repertorio de actuaciones y liderazgo. Ya hemos visto lo que ha pasado en Italia con Beppe Grillo, el príncipe payaso que entró en política. Fue una persona que obtuvo millones de votos y llevó muchos diputados al Parlamento, pero no se ha ajustado a las expectativas que propugnaba de cambio. Obtuvo la confianza de mucha gente, pero no se ha traducido en una organización política efectiva.

---

P. Es decir, ¿los partidos políticos siguen siendo un mal necesario condenados a perpetuarse?

R. Los partidos políticos tienen muchos defectos y son conscientes de sus insuficiencias, pero la canalización de la participación política, hoy por hoy, no tiene alternativa y la prueba es lo que ha ocurrido con el 15 M. Da la impresión de que los partidos políticos son el único instrumento efectivo para traducir las demandas sociales en una política efectiva.

---

P. Pero los partidos no logran la aceptación popular, ni de izquierdas ni de derechas…

R. Una de las razones es que entre los cambios sociales que vivimos, la sociedad está cada vez menos ideologizada. Hace 30 años uno se declaraba socialista o comunista y se sabía cuál era su forma de pensar. Se trataba de ideologías muy densas. Pero hoy, declararse socialista es decir muy poco. Hace 20 años, hablar de la izquierda era hacerlo de conceptos como la igualdad, la solidaridad…. conceptos centrales que hoy han desaparecido. Llama la atención el ascenso de la extrema derecha en Francia porque se nutre de votantes y de franjas sociales descontentas que en realidad no son de extrema derecha. Hace 30 años se identificarían con partidos de izquierda.

---

P. ¿Se sirven del miedo?

R. El miedo tiene una gran capacidad movilizadora. Pero creo que la izquierda ha perdido sus señas de identidad. Tengo la impresión de que eso conecta con el proceso de desideologización de la sociedad española. Antes si uno era socialista ya sabía cuál era su partido. Hoy son muy pocos los que se identifican así y saben a qué partido votar. Los partidos no se pueden petrificar. La sociedad cambia y los partidos deben ponerse al día. El viejo imaginario social de la izquierda no se ha puesto al día, lo ha abandonado por otros derechos. La izquierda deja sus señas de identidad y sus votantes se quedan huérfanos.

---

P. Los movimientos sociales son chispazos, no logran fructificar en una corriente política organizada, ¿solo sirven para atajar cuestiones puntuales como desahucios o privatización de hospitales?

R. Creo que hay un enfado social que precisa articular un lenguaje, una forma de acción. Pero todo está muy verde. Nos encontramos en una encrucijada y no se ve qué camino tomar.

---

P. ¿Al menos estos movimientos han permitido una regeneración democrática de los partidos?

R. Sería muy bueno, pero no lo han conseguido. Los partidos siguen con actitudes inaceptables. La única manera de tener autoridad moral para recriminar lo que hace otro es empezar por uno mismo esa regeneración. Pero cuando se comprueba las declaraciones de los líderes frente a los de hace 30 años parecen una broma. La colonización de la sociedad civil por parte de los partidos es un problema muy grave porque han colocado a su gente en todos los sitios. El sistema electoral actual tampoco es justo porque ¿donde está la justicia de exigir 18.000 votos en algunos sitios para sacar un diputado y 60.000 en otros?. Hay muchas cosas por hacer. Los políticos y los partidos son algo manifiestamente mejorable.


o-o-o


José María Ortíz de Orruño es licenciado y doctor en historia contemporánea por la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU).

Realizó la tesina sobre La ocupación napoleónica en Álava. Reconversión fiscal y desamortización (Vitoria, 1983) y defendió la tesis doctoral en 1987 sobre La Hacienda foral alavesa en la crisis del Antiguo Régimen (1800-1877). Vinculado a la Universidad del País Vasco desde 1980, es Profesor Titular del Departamento de Historia Contemporánea en la Facultad de Filología, Geografía e Historia (Vitoria).

Promotor y fundador del Instituto de Historia Social "Valentín de Foronda", fue también director de este prestigioso centro de investigación durante el quinquenio 1999-2004. Miembro de varias organizaciones vinculadas al estudio y la difusión de los estudios históricos, en algunas ha ocupado también cargos de responsabilidad en la Sociedad de Estudios Vascos (de la que fue uno de sus vicepresidentes entre 1990-94) o la Asociación de Historia Contemporánea (2002-06).

(Auñamendi Eusko Entziklopedia)

o-o-o

No hay comentarios:

Publicar un comentario