El sapo y la rosa
Cristina Rodriguez Cejas
EL SAPO Y LA ROSA
Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se seentía de maravillas al saber que era la más bella del jardín.
Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos.
Un día notó que a su lado había siempre un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo, muy obediente dijo: "Está bien, si así lo quieres..."
Poco tiempo después, el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos.
Le dijo entonces: "Vaya que te ves muy mal? ¿Qué te pasó?
La rosa contestó: "Es que desde que te fuiste, las hormigas me han comido día a día y nunca pude volver a ser igual."
El sapo solo contestó: "Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín."
PARA PENSAR:
Muchas veces despreciamos a los demás porque pensamos que somos más que ellos, más bellos o simplemente que no nos sirven para nada.
Dios no hace a nadie para que sobre en este mundo. Todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que enseñar y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del que ni siquiera seamos conscientes de ello.
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